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¿Eres un marido calzonazos?

"El hombre ha dominado a la mujer a lo largo de toda la historia; ha intentado esclavizarla de todas las maneras posibles. Pero no ha tenido éxito. Superficialmente puede parecer que sí, pero todos los maridos saben perfectamente bien que en cuanto entran en su casa dejan de ser el león que fingían ser fuera. ¡De repente se convierten en un perrito, en un pobre perrito con la cola entre las piernas! Cuando deja su casa lo hace como un trueno; cuando regresa, ha perdido todo el gas... Incluso una pequeña mujer es suficiente para poner en su sitio al gran Mohamed Alí.

Se cuenta una bonita historia en la vida del gran emperador indio Akbar:

Un día, uno de sus amigos, Birbal, le dijo:

- Por lo que sé, todos los hombres son dominados por las mujeres, por mucho que intenten disimularlo.

Akbar se sintió ofendido y le dijo:

- Tendrás que demostrármelo. Ha de haber hombres que no sean dominados. Lo que dices no es una regla general. Te daré dos hermosos caballos... Vete; y llévate también algunas gallinas contigo. Si encuentras a un hombre dominado por la mujer, regálale una gallina. Si encuentras a un hombre que no sea un calzonazos, entonces dale a elegir entre el caballo negro o el caballo blanco. Son los caballos más bonitos que tengo, los más valiosos.

En aquellos días los caballos tenían un valor tremendo.

Birbal empezó a pasearse por Delhi y dondequiera que fuera, se veía obligado a regalar una gallina. Sólo en un lugar se vio en aprietos. Un hombre muy fuerte --nunca había visto un cuerpo tan fuerte, tan musculoso-- estaba sentado al sol, masajeando sus músculos. Birbal le preguntó:

- ¿Eres un marido calzonazos?
Y él, simplemente, le mostró sus músculos diciéndole:
- ¡Dame la mano y te lo demostraré!
Y le aplastó la mano hasta que Birbal gritó. Entonces le dijo:
- Y si me lo preguntas de nuevo ¡te pegaré! ¡Esa pregunta es un insulto! ¿Quién va a poder dominarme?

Una mujercita estaba cocinando la comida en el interior de la casa. Era una mujer tan pequeñita que el hombre la habría podido aplastar con una sola mano. ¡No habría necesitado nada más! Con sólo presionarle un poco el cuello, ella habría muerto.

Birbal le preguntó al hombre:
- ¿Dónde está tu esposa?
Él le contestó:
- Esa de ahí es mi esposa. La que cocina dentro. Mírale a ella y mírame a mí y decide quién es el amo.
Era tan completamente evidente que Birbal dijo:
- Ciertamente, tú eres el amo. Parece que tendré que retractarme de mi generalización. Puedes escoger como regalo del rey uno de los dos caballos, el negro o el blanco.
El hombre se volvió hacia la mujer y le dijo:
- ¿Qué caballo he de elegir? ¿El negro o el blanco?
Y la mujer le dijo:
- ¡El blanco!
Entonces Birbal le dijo:
- Entonces quédate con la gallina. ¡Se acabó! Podrás tener mucha fuerza y muchos músculos, pero eso no demuestra nada.

La mujer tiene un poder psicológico.

A Andrew Carnegie, uno de los empresarios más ricos del mundo, le preguntaron en su último día de vida:

- ¿Cómo lo hiciste para ganar tanto dinero? ¿Cuál es tu secreto?

Y él contestó:

- No hay ningún secreto. Simplemente quería saber si era capaz de ganar tanto que mi esposa no pudiera gastarlo todo, pero fallé. Me derrotó".

Osho, El ganso está fuera