“La meditación es disfrutar de uno mismo, simplemente
sentado en silencio no haciendo nada: feliz, jubiloso sin ninguna razón, porque
todas las razones vienen de afuera. Conoces a una mujer bella y eres feliz, o
conoces a un hombre hermoso y eres feliz, pero el meditador es simplemente
feliz. Su felicidad no tiene causa en el mundo exterior.
La relación es la felicidad que llega desde el otro; cuando
la felicidad llega desde el otro tendrá que estar brotando en el otro, si no,
¿cómo va a extenderse hacia ti? Y tu felicidad llega al otro, ambos estáis
disfrutando de la felicidad del otro; estáis bebiendo del manantial del otro. Y
el manantial está ahí, de otra manera cómo podríais beber. Pero la mujer que
amas piensa que ella está disfrutando de tu felicidad; tú la estás haciendo
feliz, tú eres la causa de su felicidad. Y tú estás pensando que ella es la
causa de tu felicidad. Pero si ambos sois la causa de la felicidad del otro,
¿no podrías ser tú la causa de tu propia felicidad?”.
Osho,
Philosophia Perennis