“Una rosa es una rosa, es absurdo plantear que sea otra
cosa. Una flor de loto es una flor de loto. Ni la rosa intenta convertirse en
un loto, ni el loto intenta convertirse en una rosa. En consecuencia no hay
flores neuróticas. No necesitan siquiatras, no necesitan psicoanálisis. La rosa es sana porque la rosa
vive simplemente su realidad.
Y lo mismo ocurre con la existencia entera con excepción del
hombre. Sólo el hombre tiene ideales y deberes. 'Deberías ser esto y lo otro';
entonces quedas dividido, separado de tu propio ser. El deber y el ser son
enemigos.
Y no puedes ser otra cosa que lo que eres. Deja que esto
penetre profundamente en tu corazón: tu sólo puedes ser como eres, jamás de
otra forma. Una vez que esta verdad
penetra profundamente, que 'solo puedo ser como soy', todos los ideales
desaparecen. Son descartados automáticamente. Y cuando los ideales desaparecen,
entonces, se encuentra la realidad. Entonces tus ojos están aquí y ahora,
entonces estás presente a lo que eres.
La división, la separación desaparece. Tú eres uno”.
Osho, Unio Mystica