Sólo piensas en la felicidad cuando no eres feliz. Cuando eres realmente feliz, no piensas en la felicidad.
“La existencia sólo se puede conocer por medio del silencio
absoluto. Sin embargo, no se trata de un silencio muerto, no es como el
silencio de un cementerio, sino como el de un jardín donde se oye el canto de
los pájaros y el zumbido de las abejas, donde brotan las flores y todo está
vivo.
El silencio que se conoce a través de la meditación, a
través de la agnosia, es un silencio vivo. Está lleno de canciones, de música,
de melodía, de felicidad, de amor…, y vacío de pensamientos. En él no están
presentes ni el pensamiento del amor, ni el pensamiento de la felicidad ni el
pensamiento del silencio, pero sí están presentes la felicidad y el amor. Lo
que no está presente es el pensamiento del amor, de hecho, este pensamiento sólo
está presente cuando el amor está ausente. Sólo piensas en la felicidad cuando
no eres feliz. Cuando eres realmente feliz, no piensas en la felicidad.
La mente se inventa sustitutos. Como no conoces la
felicidad, la mente se inventa una idea de la felicidad. Como no conoces el
amor, la mente te da mil definiciones del amor. En cambio, cuando conoces el
amor, la mente no puede hacer nada y se
tiene que quedar callada. Tu verdadero silencio no está vacío, no es una ausencia
de todo, al contrario, está lleno –está
repleto, está rebosando, se desborda–, pero
está lleno de experiencias reales, no de pensamientos. Y esta es la revelación
del secreto”.
Osho, Silencio. El mensaje de tu ser